Estos seres cínicos ocultan un secreto: no son realmente invisibles, sino que el cinismo los cubre, camuflándolos ante el resto de los cínicos de medio pelo que hay vagando por el planeta.
Pero estos tipos se deschavan cada tanto, cuando las urgencias fisiológicas los aquejan como a cualquier otro ser vivo y necesitan liberar tensiones, y lo hacen a costillas del primero que se les cruza en el camino.
En la imagen podemos ver al arquero de la selección de Trinidad y Tobago (páis cínico si los hay, que oculta su pequeñez presentando dos nombres), justo en el momento en que era atacado por el temible hombre invisible trinidad y tobeguense, que de seguro porta un termo importante.
Seguiremos informando.